El adolescente, Un sujeto fuera de lugar

“La sociedad argentina, atravesada por acontecimientos aún no metabolizados y cuyo movimiento no garantiza que se encuentre en tránsito hacia lugar previsible alguno, no puede homogéneamente  determinar, el marco representacional,  en el cuál se inserten las generaciones que atraviesan hoy este tránsito entre la infancia y la juventud.” (  Silvia Bleichnar)

Resulta  interesante pensar qué se juega en un par de preguntas  básicas realizadas  por dos personas al presentarse: ¿Cómo te llamas?, ¿qué haces?.  Las cuales necesariamente apunta a un más allá de la literalidad de las respuestas posibles, sin que se tenga conciencia de ello.

Concierne sin dudas a interrogantes sobre un itinerario personal, interior ,el que hace posible a que cada uno se sitúe, se presente, se refiera a su pertenencia ( ideológica, de lengua ,de territorio, etc…); y esto nos   remite a la estructura y a  aquello que le ha sido trasmitido.

Esta posibilidad nos convierte en  deudores y , más allá de las  diferencias que suponen  la singularidad de las  posiciones subjetivas ,nuestra responsabilidad es la  de trasmitir el legado que nos ha sido otorgado.

Se trata de la transmisión ¿Cómo trasmitir, qué y  porqué hacerlo?

El estado ,la religión, la revolución, el progreso, son artificios que se ven arrastrados cuando no arrasados, por la promesa del gerenciamiento del planeta entero..

Las instituciones mediadoras, aquellas que tienen a su cargo la función de sostener un andamiaje legal que deje en claro lo prohibido, por tanto lo permitido, no responden. Y es desde ellas donde se  sostienen  las diferencias generacionales, sexuales, etc…

¿Cómo trasmitir, qué y  porqué hacerlo?

En el punto donde los Dioses dejan de ser las fuerzas  animadoras  del universo y de la vida humana, la   “pasión”  enfrenta al hombre  como sujeto-agente, responsable de su destino..Y de este modo  soporta, padece, sufre su condición humana de “sujeto para la muerte”.

 La Pasión, somete  al sujeto y lo posiciona como un “padeciente”.

“Padece” porqué “no sabe de dónde viene y adonde va”

“Padece” de   “desapasionamiento”.

“Padece” por no “encontrar su Vocación”

“Padece” por no “encontrar su Destino”.

¿Cómo trasmitir a un joven- adolescente el entusiasmo  de la participación social de los 70?

¿O el que provocaba el  intercambio intelectual en los café de la facultad hasta altas horas de la noche.( en “La Cosechera”, en “La Paz ”,etc.¿ O la explosión creativa que significó el Instituto Di Tella?

Militancia, ideales, creación, lazos, etc…y sus efectos, no sin  su trágica contracara. Entonces, ¿cómo sostener una trasmisión genealógica si su lógica fue desgarrada?

Queremos subrayar: Quiebre-Desgarro Generacional     para  marcar  su contrapunto con: “Diferencia Generacional”.

Cuando esto falla, cuando, como decíamos, la Referencia está desgarrada un sujeto  y/o un pueblo pueden  llegar a límites insospechados de crueldad  y destrucción, a  matar o morir, en el afán de “hacerse” de un Libro y mantenerlo como “Única Verdad”.

Los fundamentalismos en cualquiera de sus signos dan testimonio de esto.

Ahora bien, corrieron viento frescos en  la Argentina , ( 2003-2015),la de los  comienzos de concreción de los ideales setentistas.

Los jóvenes-adolescentes  acompañaron, y empezaron a  participar de alguna forma del retejido del Libro, en forma incipiente aún, pero esto  había comenzado.

Se trata de la  necesidad de “Libro”, en tanto éste representa a la Referencia, a aquella que sostiene una lógica , que posibilita referenciarse como “hijo de”, “proveniente de una cultura”. “ de una historia”.

El Libro entonces, ese Otro simbólico que anuda, que estructura, que nos permite “apropiarnos,””nombrarnos”  y nos otorga un lugar(  en forma irregular) a lo largo de nuestra vida.

Los jóvenes -adolescentes de hoy, son efecto de una niñez que arrastra el Argentinazo del 2001, cuyos padres fueron los jóvenes de los 70.

Conocieron de “cacerolazos”, de un gobierno de turno que explotó-implotó , continuador de políticas corruptas.

La intermitencia de gobiernos democráticos con largos períodos de dictadura tuvieron  un punto de inflexión  esperanzador con el inicio de la presidencia de Raúl Alfonsín, y el juicio a la Junta en 1985, pero sus sentencias no se sostendrían .Caerían con la ley de Obediencia debida y  punto final y   se destrozaría con los indultos menemistas de la década de los 90.   Tomamos la figura de “abandono de Institución” , para definir esos tiempos.

Pero , ya dijimos que los crímenes de lesa humanidad, perpetrados en todo su abanico, no prescriben.

Corría el año 2003, Néstor Kirchner asumía  la presidencia de un país en llamas.

Este fue claramente un punto de inflexión. Nuevos aires recorrían suelo argentino.

Con pesadez y descreimiento fueron sucediéndose los años de gobierno y con ellos el persistente trabajo de tejer los  lazos  de una estructura social hecha pedazos.

Y el tejido continúa y es larga e intensa la lista de nudos concretados aunque esto no sea suficiente.

Con la sensibilidad y agudeza que la caracterizaba, S. Bleichmar titula  su libro publicado en el 2006 “ No me hubiera gustado morirme en los 90” .

Ella dice allí: “ Me hubiera perdido el retroceso de la  leyes de Punto final y Obediencia Debida,…me hubiera perdido también el estallido popular  del 2001…y la recomposición de la cultura…”

El significante “ juventud”, o “ joven”, pasó una vez más ( en la historia de la humanidad), a homologarse  en los 70 a  :“subversivo”, “peligroso ”,”terrorista”, etc, con los que se validaron desde el Estado las políticas genocidas  .Término este último con el  que  la Justicia  sentó precedente al fallar en relación a los crímenes de lesa humanidad  , nombrándolos como tal.

 Es imprescindible subrayar que estos efectos fueron  fruto  del esfuerzo y la lucha pacífica de miles de ciudadanos que siguieron apostando a la vida.

Por que de eso se trata y se trató; por décadas  el genocidio no reconocido, tuvo efectos melancolizantes, como todo duelo suspendido  ya que la  ausencia de sanción de los crímenes que los provocaron  lo había impedido.

Y es esta la diferencia en estos tiempos, tenemos una juventud ( más allá de edades cronológicas) que puede evocar,  participar ,diferenciar. Y sobre todo, apostar a un recorrido productivo/creativo , con una dosis imprescindible de “ creencia” “subvirtiendo” las pesadas y devastadoras   nominaciones, que lograron modificar “nominar” como efecto de “nombrar” y tal vez sus riquísimas consecuencias significantes por el  el  ensayado como equivalente  de  expulsar,  dejar fuera.

Una población “rejuvenecida” devino en estos últimos períodos democráticos (a partir del 2003), en ciudadanos. En sujetos con posibilidades de ejercer sus derechos, y entre estos el de votar, pedir explicaciones, y sobre todo apostar a un proyecto de país, hasta el 2015 ,  emparentado al de región.

 Este proyecto político de  trabajo institucional continuó con la llegada de Cristina Fernández de Kirchner  a la presidencia. Y se continúa no sin obstáculos  y  heridas,  hasta  el que constituyó  ese otro punto de inflexión: la muerte del ex presidente N.Kirchner.

“Gracias Néstor…fuerza Cristina”, se escucha desde ese doloroso 27 de Octubre del año 2010.

Y son jóvenes-adolescentes,  nuevamente los protagonistas en este caso,  del  programa “Jóvenes y memoria” .Participan en el estudiantes secundarios de todo el país.

Hablan de política como herramienta de transformación,  y debaten sobre el pasado y el presente de los derechos humanos.

Decididamente  se vinieron  gestando nuevos  aires.

La construcción de ciudadanos se había puesto en marcha.

2015 … se venían gestando desde hace varios años ya,  a nivel mundial, la repetición de las derechas autoritarias en el mundo, y dije la repetición ya que no son idénticas a otras décadas. En estas ,prescindiendo de los militares, los golpes fueron y son económicos, pasamos de gobernantes a administradores.

Esto no es sin consecuencias, ser joven volvió a convertirse en un delito. Nuevamente , un desgarro  generacional a tomado protagonismo y se muestran en lo efectos que estos sistemas provocan: violencia generalizada, desinterés  y /o imposibilidad de participación, la destrucción de empleo, el abuso  en sus diferentes variantes, una vez más ARDE ARGENTINA, el mundo en general, pero ARGENTINA es campo minado.

Elecciones de 2019.Retornaron nuevos aires, nuevamente las posibilidades de construir y reconstruir espacios culturales, se retomaron los campos de investigación, el arte en todas sus manifestaciones, el pueblo en general y con ellos los jóvenes de todas las edades volvían a hablar y ser escuchados.

Con muchas expectativas  y mucha fuerza nos proyectamos a el nuevo año que comenzaba.

Marzo del 2020, una pandemia azota al mundo, y nos deja “fuera de lugar”, tocando las más de las veces ese punto estructurante y estructural que es parte de nuestra condición de sujetos. En “el mejor de los casos”, hemos nacido “en Otra escena”.

 El exilio, la extranjería , la ajenidad, que son imprescindibles dada nuestra condición de sujetos han tomado fuerza, nos enfrentan  inevitablemente con nuestra fragilidad constitutiva, la de ser sujetos para la muerte.

Esto no es sin efectos ya que nos atraviesa a todos.

Por esto pensar una clínica posible nos convoca a sostener con cada paso, y en cada caso en singular a trabajar los duelos.

Esa es nuestra responsabilidad y también nuestra apuesta.